miércoles, 10 de marzo de 2010

Calidad en la Escuela Católica


(Extraído de la ponencia de Dr. José Manuel Velasco “Primer Horizonte: Identidad de la Escuela Católica”, Congreso de la CIEC)

13. La calidad de la educación: aspiración constante y reto actual
La escuela católica urge que se vaya más allá de la tradicional manera de medir el quehacer educativo, mediante el cumplimiento de los requisitos establecidos por algunas normatividades y desde un enfoque exclusivo de la eficiencia y la eficacia. Para cumplir este anhelo se hace necesario, al buscar y trabajar por la calidad, incluir también componentes específicos de nuestra identidad educativa.

13.1. Algunos componentes de la identidad
• Los elementos imprescindibles de la identidad, vertidos retadoramente en un proyecto educativo coherente.
• La formación de la persona desde una visión cristiana.
• El compromiso de los miembros de la Institución, llamados a incidir en la sociedad desde su palabra y su testimonio de vida.
• La transversalidad de los valores cristianos y humanos en todo el currículo y en plan de estudios.
• La atención educativa concreta a los más pobres, como manifestación de una educación inclusiva e integral.

13.2. Algunos componentes de las normatividades
• La eficiencia en el campo pedagógico y en la gestión institucional.
• La autoformación y capacitación permanente de todos los integrantes de la comunidad educativa.
• La implementación oportuna y con sentido educativo de recursos técnicos y tecnológicos acordes a las necesidades y exigencias actuales.
• Contenidos de enseñanza, tanto para los objetivos de desarrollo del país, como para el desarrollo integral de los estudiantes.
• La formación continua de todos los integrantes de la comunidad educativa.

14. La calidad exige apertura
La escuela católica debe estar en relación constante con otras instituciones, manteniéndose abierta a la situación política, económica, cultural y social de nuestros países, del continente y del mundo. Por ello, nuestra escuela católica no debe estar reservada a los católicos, sino abierta a todos los que aprecian una propuesta educativa cualificada. Así se garantizan el pluralismo cultural y educativo, y sobretodo, la libertad y derechos de la familia. Hay que tener en cuenta que los ambientes pluralistas ayudan a la humanización de la persona, ya que desarrollan virtudes como la tolerancia, la escucha, el respeto y la paz.

15. La calidad obliga un trabajo conjunto
Nuestras escuelas deben apoyarse mutuamente, con mayor razón si están ubicadas en la misma población y país. Pero no debemos perder de vista nuestra organización en la CIEC, que nos abre posibilidades insospechadas de mayor comunión, cooperación y servicio. Entre las posibilidades se mencionan la elaboración de materiales educativos de excelencia, para utilización común, y Creación de una editorial competente que ofrezca enfoque, identidad y calidad.

No hay comentarios: