REQUIEM PARA UN FALSO MODELO
P. Gregorio Iriarte o.m.i.
Han comenzado a celebrarse, a nivel mundial, los funerales adelantados en honor del modelo neo-liberal globalizador que se encuentra en trance de agonía. Sentimos, ( lo debemos reconocer) una profunda satisfacción por su fracaso, a la vez que nos amargamos por la herencia tan desastrosa que deja, sobre todo para el mundo de los pobres, y nos ilusionamos , sin embargo, con la esperanza que un nuevo modelo de desarrollo, más justo y más equitativo, nazca desde las cenizas que nos deja el neo-liberalismo.
El neo-liberalismo nació como una reacción teórica y práctica en contra del “Estado de Bienestar”, ese mismo Estado al cual ahora acuden los bancos más poderosos del mundo para que le salve en sus agónicos estertores.
El neo-liberalismo llega a aceptar la desigualdad económica y social como un valor positivo para el crecimiento y para la acumularon de las riquezas. Considera al libre mercado, no solo como motor de la economía, sino como único regulador y distribuidor de los recursos. Como lógica consecuencia, se ha dado en la sociedad actual una concentración escandalosa del dinero en pocas manos y un aumento descomunal de la desigualdad y de la pobreza y de la indigencia.
En término generarles podemos constatar que el 20 % más rico tiene, actualmente, el 80% de todos los recursos mundiales y, en cambio, el 80% más pobre apenas llega a disponer del 20% de los recursos mundiales. El 1% de la población más rica goza de ingresos equivalentes al 57 % de la población mundial más pobre, lo cual quiere decir que 63 millones de multimillonarios tienen tanto como 2.700 millones de personas.
Las 100 personas más ricas del mundo acumulan riquezas equivalentes a los ingresos de la totalidad de los países pobres del planeta.
EL ingreso promedio de los 20 países más ricos del mundo es 37 veces mayor al ingreso de los 20 países más pobres y 225 super-millonarios poseen, actualmente, tanta riqueza como el 47,8% de la población mundial.
Las 3 personas más ricas del mundo tienen tal cantidad de bienes que superan la suma total del PIB de los 48 países más pobres del mundo.
América Latina es la región de mayor concentración de la riqueza del planeta. En los 2 últimos años, los ricos incrementaron su fortuna en un 20,4 %.
La riqueza total de los millonarios de A L aumentó, de 420 billones de dólares en el año 2005, a 620 millones a finales de 2007. Mientras el crecimiento del PIB de los países de la región oscilaba desde un 3% y un 6,5 %, los multimillonarios crecieron a más de un 10% anual.
El 10% más rico de Latinoamérica se lleva el 60% de la riqueza, mientras el 10% más pobre apenas llega a un 2%.
Los 14 latinoamericanos más ricos acumulan fortunas que superan los 50.000 millones de dólares cada uno. Esa cifra representa el ingreso anual de 100 millones de personas pobres de la región.
De los 270 millones de niños/as, menores de 18 años, que hay en nuestra región, (46% de la población total) 18 millones (el 17% de la población) son explotados laboralmente.
Según los últimos datos de la FAO, el número de personas hambrientas y sub-alimentadas en el mundo ha subido de 850 millones a 925 millones de personas desde el 2006 al 2007, debido, sobre todo, al aumento de los precios de los alimentos.
La población que no tiene acceso a los servicios adecuados de salud alcanza a 2.600 millones de personas, o sea, al 45% de la población mundial. (Datos del PNUD., del BM., de la FAO y de la Rev.Forbes)
Todo el modelo neo-liberal globalizador se está desmoronando como una nueva Torre de Babel. El gran desafío para nuestra sociedad es construir un nuevo modelo, basado, no en el puro economicismo ni en los intereses de los más poderosos, sino en la centralidad de la persona humana y en los valores de equidad, de justicia social y de solidaridad.
