Los ateos también lo saben”. Quien quiera que transite por la Vía Gregorio VII en Roma, que va desde Vía Aurelia hasta el Vaticano ha visto esta frase multiplicada en carteles a lo largo de toda ella.
Es, sin duda, una respuesta al llamado “autobús ateo” que circula en varias ciudades de Europa y también en Italia. Ese autobús, o autobuses, llevan la “propaganda” de negar, o sugerir la duda, - en frases diversas, talvez de acuerdo a la idiosincrasia de los países por donde pasa - , de la existencia de Dios.
Olegario González de Cardedal, en el ABC del pasado día 18, titula su artículo “DIOS A LA VISTA”, y continúa:
“Este título no está tomado de esos anuncios que ahora ruedan en autobuses por las ciudades. Le pertenece a Ortega y Gasset, quien en un artículo de 1926 bajo ese marbete escribía lo siguiente: «Hay épocas de odium Dei, de gran fuga lejos de lo divino, en que esta enorme montaña de Dios llega casi a desaparecer del horizonte. Pero al cabo vienen sazones en que súbitamente, con la gracia intacta de una costa virgen, emerge a sotavento el acantilado de la divinidad. La hora es de este linaje, y procede gritar desde la cofa: ¡Dios a la vista!» (...)
“Todo es gracia” decía San Pablo, y es cierto. Tal vez ese autobús haya hecho aflorar las escondidas convicciones de las personas sobre su fe. Y ha provocado que en muchos periódicos, y otros medios de comunicación, estén escribiendo blogs, entrevistas, artículos varios con declaraciones sobre los sentimientos religiosos y certezas de fe.
Recientemente ha habido, en un canal de TV italiano, un debate sobre el tema en el programa “Ocho y medio”; y el Corriere della Sera presentó un artículo de media página sobre la indispensabilidad del sentimiento religioso en un mundo que ha quebrado todos los límites.
Todo es gracia y este acontecimiento del autobús ateo puede ser y está siendo un momento de reflexión y de manifestación pública que se necesitaba.
La mejor respuesta, sin duda, será la vivencia coherente del testimonio, como también muchas personas lo han expresado en varios videos:
DIOS EXISTE, YO SOY TESTIGO
Es, sin duda, una respuesta al llamado “autobús ateo” que circula en varias ciudades de Europa y también en Italia. Ese autobús, o autobuses, llevan la “propaganda” de negar, o sugerir la duda, - en frases diversas, talvez de acuerdo a la idiosincrasia de los países por donde pasa - , de la existencia de Dios.
Olegario González de Cardedal, en el ABC del pasado día 18, titula su artículo “DIOS A LA VISTA”, y continúa:
“Este título no está tomado de esos anuncios que ahora ruedan en autobuses por las ciudades. Le pertenece a Ortega y Gasset, quien en un artículo de 1926 bajo ese marbete escribía lo siguiente: «Hay épocas de odium Dei, de gran fuga lejos de lo divino, en que esta enorme montaña de Dios llega casi a desaparecer del horizonte. Pero al cabo vienen sazones en que súbitamente, con la gracia intacta de una costa virgen, emerge a sotavento el acantilado de la divinidad. La hora es de este linaje, y procede gritar desde la cofa: ¡Dios a la vista!» (...)
“Todo es gracia” decía San Pablo, y es cierto. Tal vez ese autobús haya hecho aflorar las escondidas convicciones de las personas sobre su fe. Y ha provocado que en muchos periódicos, y otros medios de comunicación, estén escribiendo blogs, entrevistas, artículos varios con declaraciones sobre los sentimientos religiosos y certezas de fe.
Recientemente ha habido, en un canal de TV italiano, un debate sobre el tema en el programa “Ocho y medio”; y el Corriere della Sera presentó un artículo de media página sobre la indispensabilidad del sentimiento religioso en un mundo que ha quebrado todos los límites.
Todo es gracia y este acontecimiento del autobús ateo puede ser y está siendo un momento de reflexión y de manifestación pública que se necesitaba.
La mejor respuesta, sin duda, será la vivencia coherente del testimonio, como también muchas personas lo han expresado en varios videos:
DIOS EXISTE, YO SOY TESTIGO
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