jueves, 2 de abril de 2009

Hace 140 años...




Era Viernes Santo en 1869. En Valladolid, en una pequeña iglesia, la de la Virgen del Rosario, popularmente llamada del “Rosarillo”, había una joven rezando. y su nombre era Juana Josefa.



Como en una anunciación, fue precisamente allí donde el Señor le dio a conocer su misión: fundar una Congregación con el título de Hijas de Jesús dedicada a la enseñanza.



El P. Herranz diría después “vienen a cultivar los jardines de la niñez y de la juventud femenina por medio de la piedad y de las letras. Su apostolado ha de ser fecundo por la enseñanza del catecismo y de todas las demás cosas necesarias a las jóvenes cristianas…”

Continuó el P. Herranz: “Vienen solas, sin recursos humanos, fiadas únicamente en Aquél que todo lo puede.”

Y ahora, en 2009, la Congregación de las Hijas de Jesús está presente en diez y seis países, uniendo el universalismo geográfico y el social, con atención especial a los más necesitados haciendo realidad así el sueño de aquella joven, Cándida María de Jesús, - un nuevo nombre para una nueva misión:



“Al fin del mundo iría yo, la primera, en busca de almas”.




"BENDITO SEA DIOS QUE TANTO NOS QUIERE"


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