miércoles, 2 de diciembre de 2009

Proceso de selección




En el proceso de selección en Volkswagen de Brasil, los candidatos deberían responder a la siguiente pregunta: ¿Tienes experiencia?


Esta fue la redacción vencedora. Fue aprobado y su texto está haciendo suceso, y será siempre recordado por su creatividad, su poesía, sobre todo por su alma:

“Ya le hice cosquillas a mi hermana para que parase de llorar. Ya me quemé jugando con una vela. Ya hice una bola de chicle y me ensucié toda la cara. Ya hablé con el espejo y hasta jugué a ser brujo. Ya quise ser astronauta, violinista, mágico, cazador y trapecista. Ya me escondí detrás de una cortina y me olvidé los pies fuera. Ya hice bromas por teléfono. Ya me bañé en la lluvia y me hice adicto. Ya cogí el atajo equivocado y continué andando por lo desconocido. Ya raspé el fondo de la cazuela con arroz quemado. Ya lloré al escuchar músicas en el autobús. Ya intenté olvidar a algunas personas, pero descubrí que esas son las más difíciles de olvidar. Ya subí escondido al tejado para coger estrellas. Ya me subí en árboles para robar fruta. Ya me caí de culo de una escalera. Ya escribí en muro de escuela. Ya lloré sentado en el suelo del cuarto de baño. Ya me escapé de casa para siempre y volví al mismo instante. Ya corrí para no dejar a alguien llorando. Ya me sentí solo en medio de mil personas sintiendo falta de solamente una. Ya vi un atardecer color rosa y naranja. Ya salté a la piscina y me quedé sin ganas de salir. Ya mire a la ciudad desde arriba y no encontré mi lugar. Ya tuve miedo de oscuro. Ya temblé de nervioso. Ya me desperté en el medio de la noche y con miedo de levantarme. Ya aposté a correr descalzo en la calle. Ya grité de felicidad. Ya robé rosas en un jardín enorme. Ya me enamoré y me dije que era para siempre, pero “siempre” era un para siempre por la mitad. Ya me tumbé en el césped de madrugada y vi a la luna hacerse sol. Ya lloré viendo amigos partiendo, y luego descubrí que enseguida llegan nuevos.


Fueron tantas cosas hechas, momentos fotografiados por las lentes de la emoción, guardados en un baúl llamado corazón. Y ahora un formulario me pregunta, me pone contra la pared y me grita: '¿Cuál es tu experiencia?'. Esta pregunta me machaca en el cerebro: experiencia… experiencia. ¿Será que ser ‘plantador de sonrisas’ es una buena experiencia?

¡¡¡Sueños!!! ¡Tal vez ellos no sepan aún recolectar sueños! Ahora me gustaría indagar una pequeña cosa de quien formuló la pregunta:

¿Experiencia? ¿Quién la tiene, si a todo momento todo se renueva?”

No hay comentarios: