martes, 10 de febrero de 2009

El educador - mediador




(Extraído del artículo “¿Pastoral en las Escuelas? ¡Escuela en Pastoral!” de Ángel Miranda)


El educador – mediador

(…) Este enfoque nos permite compartir nuestra reflexión sobre algunas funciones que deberían asumir todos los educadores y educadoras de un Centro que intente convertirse en plataforma de una acción evangelizadora y pastoral.
Como en las demás áreas del currículo formativo de los alumnos, hablamos de educadores cuya función mediadora opta por:

- La propuesta, más que por la norma.


- El acompañamiento, más que por el dirigismo.


- El proceso, más que por las acciones.


- Los objetivos más que por los contenidos.


- El trabajo en equipo más que por la acción individualista, por genial que sea.


- El reconocimiento del destinatario como protagonista principal de su propio proceso formativo.


- Comprender y asumir las consecuencias de contar con la diversidad de ritmos en cada destinatario.


- Dejar espacios a la acción del Espíritu que actúa cuándo, cómo y dónde quiere.

- Reconocerse como instrumento cualificado, pero instrumento, al servicio del que «viene detrás».

(…)

Se trata, en definitiva de sentirse mediador entre la cultura y la experiencia religiosa o eclesial y los destinatarios, lo que supone, y más en el ámbito escolar, metodologías y relaciones similares a las indicadas para el desarrollo del currículo escolar, donde el educador permanece siempre más atento a los procesos y al desarrollo evolutivo de la personalidad integral de los alumnos que a los simples contenidos por importantes que sean. Es decir, nos ponemos en la órbita del Maestro, Jesús de Nazaret, que se siente llamado a ser maestro desde la cercanía y el encuentro de quien decide «plantar su tienda» entre nosotros.



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