Equipo internacional de Acción Evangelizadora en la Educación Formal.
Desde el día 8 estamos reunidos en Roma los miembros del Equipo Internacional de Educación formal. No hemos podido llegar todos, pues Minerva (educadora de Filipinas) por motivos de salud no ha podido viajar. Desde Roma le enviamos nuestro abrazo cariñoso y nuestra oración confiada en que la Madre Cándida va a ayudarle a recuperar la salud. Minerva, un abrazo de parte de todos.
Unos llegaron el 5, otros el 6, los demás el 7, aunque Luís Alberto no pudo llegar a la casa hasta la mañana del 8. Los avatares de viajes, visados y maletas, a veces nos juegan malas pasadas. Comenzamos la reunión con algún retraso, pero enseguida cogimos un buen ritmo y nos pusimos a tono con el horario marcado.
La tarea que nos esperaba era mucha. Sin embargo, pensamos que para que un trabajo resulte eficaz y fructífero tiene que estar en manos de un equipo bien cohesionado. Así que pasamos el primer día a “formar el equipo”. Fue muy fácil, ¿Cuál fue el secreto? El deseo de todos de responder al envío que hemos recibido, poner todo de nuestra parte para escuchar lo que Dios, a través de que los colegios y las hermanas nos han dicho… implicarnos todos –cada uno desde su realidad personal y profesional- en la tarea encomendada. Fue muy fácil el compartir, crear lazos donde momentos antes no había ni siquiera conocimiento físico. No nos conocíamos la mayoría, pero tenemos todos algo en común: el cariño, la pasión, la ilusión por el carisma de la Madre Cándida y por la misión educativa encomendada a la Congregación. Con esta base trabajar en equipo es fácil.
Estamos viendo todo el material que ha llegado de las provincias, de los colegios, de las hermanas que trabajan en centros que no son propios… Gracias por toda vuestra participación. La vida que se percibe es abundante, el trabajo que hay detrás también, y la vocación con que este trabajo se manifiesta es patente.
Estaremos reunidos hasta el día 15. Cada día vamos recorriendo este camino –esta tarea- seguros de que la Madre Cándida nos irá mostrando el camino que quiera que recorramos para dinamizar –según el carisma recibido- la misión evangelizadora en la educación formal.
Gracias de nuevo por vuestra colaboración. Seguimos necesitando de vosotros. Ahora podéis ayudarnos con el recuerdo y la oración, ¿de acuerdo?
Un abrazo de Mª Ángeles Sebastián (FI), Luís Alberto, María Lucia, Nacho, Oliva (FI), Sofía (FI) y Mª Carmen (FI)
Desde el día 8 estamos reunidos en Roma los miembros del Equipo Internacional de Educación formal. No hemos podido llegar todos, pues Minerva (educadora de Filipinas) por motivos de salud no ha podido viajar. Desde Roma le enviamos nuestro abrazo cariñoso y nuestra oración confiada en que la Madre Cándida va a ayudarle a recuperar la salud. Minerva, un abrazo de parte de todos.
Unos llegaron el 5, otros el 6, los demás el 7, aunque Luís Alberto no pudo llegar a la casa hasta la mañana del 8. Los avatares de viajes, visados y maletas, a veces nos juegan malas pasadas. Comenzamos la reunión con algún retraso, pero enseguida cogimos un buen ritmo y nos pusimos a tono con el horario marcado.
La tarea que nos esperaba era mucha. Sin embargo, pensamos que para que un trabajo resulte eficaz y fructífero tiene que estar en manos de un equipo bien cohesionado. Así que pasamos el primer día a “formar el equipo”. Fue muy fácil, ¿Cuál fue el secreto? El deseo de todos de responder al envío que hemos recibido, poner todo de nuestra parte para escuchar lo que Dios, a través de que los colegios y las hermanas nos han dicho… implicarnos todos –cada uno desde su realidad personal y profesional- en la tarea encomendada. Fue muy fácil el compartir, crear lazos donde momentos antes no había ni siquiera conocimiento físico. No nos conocíamos la mayoría, pero tenemos todos algo en común: el cariño, la pasión, la ilusión por el carisma de la Madre Cándida y por la misión educativa encomendada a la Congregación. Con esta base trabajar en equipo es fácil.
Estamos viendo todo el material que ha llegado de las provincias, de los colegios, de las hermanas que trabajan en centros que no son propios… Gracias por toda vuestra participación. La vida que se percibe es abundante, el trabajo que hay detrás también, y la vocación con que este trabajo se manifiesta es patente.
Estaremos reunidos hasta el día 15. Cada día vamos recorriendo este camino –esta tarea- seguros de que la Madre Cándida nos irá mostrando el camino que quiera que recorramos para dinamizar –según el carisma recibido- la misión evangelizadora en la educación formal.
Gracias de nuevo por vuestra colaboración. Seguimos necesitando de vosotros. Ahora podéis ayudarnos con el recuerdo y la oración, ¿de acuerdo?
Un abrazo de Mª Ángeles Sebastián (FI), Luís Alberto, María Lucia, Nacho, Oliva (FI), Sofía (FI) y Mª Carmen (FI)
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