martes, 28 de julio de 2009

La tarea educativa de los abuelos




Benedicto XVI reconoció la tarea educativa de los abuelos al presidir este domingo, memoria de los santos Joaquín y Ana, el Ángelus desde la residencia de los Alpes en la que transcurre sus vacaciones.


Asimismo, el Papa pidió a los cinco mil peregrinos, congregados en la pradera del chalet de la colonia salesiana en que se aloja, oraciones por los abuelos, que "en la familia son los depositarios y con frecuencia los testigos de los valores fundamentales de la vida".
Como el Papa explicó, la Iglesia celebra a los abuelos el 26 de julio pues Joaquín y Ana, según la tradición, eran los padres de la Virgen María "y, por tanto, abuelos de Jesús".


"Esta celebración lleva a pensar en el tema de la educación, que tiene un lugar tan importante en la pastoral de la Iglesia", reconoció, al dirigirse a los presentes que precedentemente habían participado en ese mismo lugar en la celebración eucarística, presidida por el obispo de Aosta, monseñor Giuseppe Anfossi.


"La tarea educativa de los abuelos siempre es muy importante --subrayó--, y lo es aún más cuando, por diferentes razones, los padres no son capaces de asegurar una adecuada presencia junto a los hijos, en la edad del crecimiento".
El Papa encomendó "a la protección de santa Ana y de san Joaquín a todos los abuelos del mundo, impartiéndoles una especial bendición".


"Que la Virgen María, quien según una bella iconografía aprendió a leer las Sagradas Escrituras sobre las rodillas de su madre, Ana, les ayude a vivificar siempre la fe y la esperanza con los manantiales de la Palabra de Dios",
deseó.


Antes de despedirse de los peregrinos, el Papa recordó en particular "a todos los ancianos, en especial a aquellos que podrían encontrarse más solos y en dificultad".

(Zenit.org, 26 de julio de 2009)

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