(Del Marco Referencial para una Educación Articulada, en nuestros Centros Educativos, en América Latina y Caribe)
LA EDUCACIÓN INTEGRAL DE LA “ ENTERA PERSONA”
Entendida como “proceso orientado al desarrollo de la personalidad en todas sus dimensiones, en el que cada persona llegue a adquirir, mediante la asimilación crítica y sistemática de la cultura en armonía con la fe, una visión cristiana del mundo y de la vida, que la capacite mejor para comprometerse con la historia de su tiempo” (NMPE, 31)
Esta educación nos pide hoy:
1. Prepararnos con responsabilidad para desempeñar bien la misión, siguiendo el deseo de la Madre Cándida (LVAF, 17) - (NMPE, 143).
2. Contribuir a la calidad de la educación y a mantener un buen nivel intelectual y técnico en cualquier ámbito educativo (NMPE, 96).
3. Poner todas nuestras capacidades al servicio de las demás personas, con alegría y pasión por la humanidad (LVAF, 6) - (NMPE, 109).
4. Tener los ojos y el corazón abiertos a la realidad (LVAF, 6) -(NMPE, 69-73).
5. Abrir nuestro concepto de educación a las posibilidades que presenta la realidad sociocultural, dando respuestas adecuadas a las necesidades actuales, desde cualquier plataforma (LVAF, 18).
6. Acentuar en nuestra acción educativa los siguientes aspectos:
Facilitar una experiencia de Dios capaz de generar compromiso.
Recrear y reconstruir relaciones más humanas.
Formar el sentido crítico.
Educar en la justicia para promover el reparto justo de los recursos y la defensa de los
últimos. (LVAF, 23) - (NMPE, 74)
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